La Baldosa.



Un día, a principios de la primavera, me dijiste que fuiste  con tu hija  a  visitar la Casa Milà,  La Pedrera. Una obra  de arte total, de Gaudí,  decías maravillada , y que disfrutasteis  mucho,  y  que te encantaría volver otro día, incluso si tenias tiempo  te acercarías hasta la casa Amatller, también con tu hija  Me recordaste que  es un edificio modernista construido en el passeig de Gràcia, proyectado per el arquitecto   Josep Puig i Calafalch.
  Que te quedaste en la acera  mirando hacia arriba  la fachada de esta casa y haciendo  unas fotos. Y que de repente dejaste de mirar hacia arriba para mirar a tus pies.
Que lejos de la mente  de Puig i Calafalch   estaba la idea  que su diseño de ladrillo urbano llegaría tan lejos en el tiempo y sería tan icónica entre los pavimentos de la calle.




Este primer modelo es una baldosa hexagonal que está colocada a lo largo de todo el paseo de Grácia. El arquitecto Antoni Gaudí las diseñó en 1904 para pavimentar la Casa Batlló aunque se utilizaron finalmente en la Casa Milá. Años más tarde se recuperaron para pavimentar todas las aceras del mencionado paseo. Han de ser siete las baldosas colocadas para que se nos muestre el dibujo completo y así poder observar la geometría, simbología y la estrecha relación que el arquitecto tenía con la naturaleza.Es un icono de la ciudad y sirve de imagen para multitud de recuerdos, llaveros, pendientes, anillos, imanes...



La Baldosa.
…Me pisabas, y yo no me atrevía a decirte que yo soy una sencilla baldosa de acera. Bueno, sencilla del todo no, digamos con "pedigrí", de esas que, desde que me construyeron,  no hay día  que no me pisen y tiren colillas de cigarrillos. Recibo de todo,  aunque es verdad que en la mayoría de casos los ciudadanos recogen con  guantes la suciedad y lo ponen en bolsas de plástico especiales,  pero primero la recibo yo, sin bolsa ni nada.

En calidad de una pobre baldosa, y mientras me pisas, quería decirte esto, y también que supieras que  recibo los primeros golpes de un niño que está aprendiendo a montar en bicicleta y cae.  También el chicle cansado de ir dando vueltas en aquella boca quizás horas, nunca se sabe…, y tantas otras cosas que, obedientes a la ley de la gravedad, sencillamente, caen.
Montse, te llamas así, verdad? Solo lo supongo porque la joven que está contigo no te llama Montse. Te llama de otra manera.
Yo por si acaso y si te gusta te llamaré Montse, y además,  si me permites nos podríamos tutear, no te parece?
Es que como estás aquí conmigo me gustaría contarte cosas. He visto tantas que no te lo creerías.

Lo de ver constelaciones más allá de Orión se queda corto al lado de lo que yo he visto! Tu sabes lo que es ver como avanza toda una manifestación de un millón de personas y no poder escaparme?
Sin ir más lejos aquí delante, hace muchos años, había una lechería con vacas y todo, la gente me pisaban muy fuerte cuando pasaba por delante de la vaquería, era tan intensa la mala olor, que todo el mundo quería escaparse corriendo. Una compañera que venía con unas losetas, unos “panots” ya sabes… de  Granollers, o no sé si era de Poblenou, donde nos fabrican. Pues mira,  tenía uno de los lados  muy gastado  de los golpes de palma y palmón  que me daban los niños cuando bendecían las palmas los domingos de Ramos. Esto era aquí mismo, porque  hace tiempo había una iglesia románica aquí a tu derecha.  La derribaron para hacer pisos. No, no los construyó Nuñez y Navarro por más que te extrañe, esto fue hace más tiempo

He visto tirones de bolsos, pies que caminaban sin compañía, después los mismos pies en pareja y después al cabo de un tiempo, nada, cuatro días ya me pisaba un cochecito delante de aquellos pies solitarios y luego acompañados. Se cuando las  parejas duran, y sé  cuando  otras no. Zapatos ridículos que seguían modas, y modas de vestidos que duraban de un año a otro, y abrigos con un recorrido de vida más largo.
Si que he visto de cosas, Montse!
Sin ir más lejos ahora hará una semana que se han instalado unos sin techo en la acera donde yo trabajo de baldosa, o de panot, como quieras. Esto sí, de baldosa con  "pedigrí".

Sabes que quieren? Quieren: una vida digna, un techo, que si llueve los tape del agua o como se llame a eso que llueve en las ciudades, poder ir a dormir sin miedo de otros sin techo de los que no tienen nada de nada, algunos solo no tienen nada, o de manadas de estas que corren impunemente de una  parte a otra rompiéndolo todo  sin ningún sentido. Si mujer, son estos que llevan botas como de militar. Fascistas he escuchado por aquí. Los que jodieron el Bar Zuric de la plaza Catalunya hace poco y no pasó nada.

Todo hay que decírtelo  pe a pa, Caray! Pero si entre las cosas que veo de día, y las que me invento por las noches de tan aburrida como estoy  podría hacer un libro.
Sabes qué pasa? Que a medida que me hago mayor, necesito dormir menos, y por las noches las calles son tan solitarias que sólo de vez en cuando me pisan una pareja de enamorados que terminan el fin de fiesta en  una pensión de las muchas que hay por aquí los alrededores, el resto de noche pienso, y de vez en cuando duermo.

Esta mañana me ha despertado el bastón de un jubilado que se me ha clavado entre arista y arista, mira ves, pues justo aquí! Además del dolor,  he escuchado  por fuerza su conversación con otro jubilado. Decían, que al parecer han de inaugurar un mercado, bueno, reinaugurar porque era antiguo y lo han reformado. Ya llevan más de seis años, como aquel que está al lado del Clínic, pues igual!
Estos pensionistas decían también que casi no quedaban habitantes en la zona del mercado porque  los precios de alquiler no puede soportar ningún bolsillo, y uno de ellos añadía: pues a nosotros se nos acerca el final del contrato y entonces como no nos ayuden los hijos. ....
Los hijos?  Pues será en tu caso,  en nuestra familia somos los padres quienes aun tenemos que ayudar a los hijos.

Yo los conocía desde hace tiempo porque ambos seguían los trabajos de los operarios de las obras del mercado. Ya sabes cómo  son los jubilados…
No hay ninguna diferencia  entre ellos y el resto. Todos hablan con la autoridad de quien tiene un pleno conocimiento de un arquitecto, tanto del proceso de la obra como de la ejecución. Y con solo mirar, esto sí que tiene mérito.

U y! Al tener bien aprendido su oficio de jubilado, dedican a criticar la creación…no sé, digamos un promedio de cuatro horas diarias. Estos trabajos son complicados, pero esto no lo saben, ellos están convencidos de que sin este control suyo todo iría patas arriba.
En el mercado del Ninot –creo que se llama así- como todas las cosas en esta vida,  que  le ponen una fecha de inicio y otra de inauguración,  llega la hora de inaugurar el mercado y no está.  Como tampoco está un letrero que dice no se que de penalización en caso de no terminar en el año previsto.  A muchas de mis compañeras y a mí nos cambiaron de lugar, yo no quería pero escuché algo así como que era para justificar un presupuesto. Al final me cambiaron, me pusieron en el suelo de la acera de la Ronda de Sant Antoni,   pero volví.

Una estructura de vidrio y hormigón majestuosa, muy grande, con galerías que hacen que los agujeros –sótano sea  un segundo mundo donde perderse, entre aparcamientos, trozos de murallas, barandillas, almacenes, atracciones "indor", campos de petanca a cubierto y vendedores ambulantes de nada.
No, Montse, no es que no vendan nada, es que lo que venden no vale nada  Ya me guardaré mucho de faltarte el respeto como persona humana que eres,  pero es que sois raros, eh!

Te has parado a pensar que un supermercado da la bienvenida a quien no puede ser atendido en horario de plaza. En el mercado, diferentes tiendas de verduras, de carne, de bacalao ofrecen sus mercancías a quien tenga dinero para comer.  Como lo hacéis todo esto?  No, no hace falta que me contestes ahora…
Ahora por todas partes ves  plazas duras, plazas blandas, plazas semi, que acogen un perímetro que será el descanso del comprador con sus parterres impertérritos y a la sombra de unos plataneros que ya habían visto un mercado antes, uno de verdad. El de Sant Antoni, lo recuerdas, verdad? Si el mismo que los domingos por la mañana…

Espera, Montse, déjame que termine, es que lo quieres decir todo tu!
Alrededor, donde la avaricia especuladora había cerrado los comercios de siempre, ahora hay tal cantidad de oferta gastronómica, que la gente viene de su casa con la fiambrera, para no tener que elegir. Me refiero a estas tiendas que hace la comida para ti.
Todo es brillante, y bonito, y nuevo, y moderno, y.....

Me han dicho que acerca de los servicios en el nuevo mercado,  ocurre una cosa bien curiosa.  Una o dos azafatas te viene a buscar dos calles allá para  obsequiarte con algo relacionado con lo que pretende vender en su tienda del mercado, y se confunden con las estudiantes de enfermería de la Facultat que viene a tomarte la presión arterial si quieres colaborar con sus estudios.
Un follón como si dijéramos…. Al entrar, el aire climatizado te seca  las gotas que el calor había condensado en tu cuerpo maltratado por el sol. Un olor, seguramente impostado, te hacía sentir unas ganas irrefrenables de consumir, aunque alguien, a preguntas de la televisión del barrio, contestó que lo que le daba ganas era de matar y quemarlo  todo.

Y fíjate tu que incluso me dijeron que, como un solo hombre, las fuerzas de seguridad del mercado (no las otras, no, no, las del mercado) detuvieron al entrevistado en espera de la guardia municipal, y como no podía ser de otra manera la televisión no emitió la noticia.
Montse, no tienes nada que preguntar?
Si? Bueno, pero luego que ahora quiero decirte una cosa.

Los primeros días, riadas de vecinos curiosos colapsaban cada parada con un Ohhhhh de admiración; Ohhhhh que les habían enseñado en la puerta un grupo de voluntarios de la escuela de música y teatro de la asociación de vecinos para que  las cámaras de la televisión del barrio dieran la sensación de máxima naturalidad. Unos dicen  que todo es una caña, que es precioso, que el barrio ha ganado un punto de interés para los turistas, que será un no parar de ingresar dinero en cajas nuevas de bares y restaurantes, y otros,  más realistas, dicen que es un ejemplo, muy caro, de arquitectura urbana y de las cosas que no se deben hacer nunca con un barrio, que el mercado en sí mismo está muy bien pero que se ha dañado la vida de muchos vecinos para meterlo.

Yo no lo sé, pobre de mí, sólo soy una cronista de las conversaciones que escucho encima mío. Por cierto, Montse, tu cuando estés cansada no tienes más que decirlo y te vas, y si quieres vuelves otro día y seguimos hablando, esto sí, no vayas a cualquier baldosa  que por aquí corre cada una que ya ya… Solo pretendo orientarte…Y hablando de orientarse. Sabes una cosa? Me lo dijo una baldosa  importante, un panot de diseño de Gaudí, claro!
Si, está en el  Park Güell, si, mujer, si, aquel parque en el que un dia no y el otro tampoco no nos dejan entrar. Los turistas nos han echado. Y mira que mi amiga se cansa de decir que no pague nadie, que no pague nadie, que un parque es gratuito, pero como si nada. Nos han echado!

Quieres que siga?  Ya verás, hace días que las conversaciones que escucho hablan de locales que han de cerrar, de jefes de cocina que se han comido doscientos o trescientos kilos porque hace muchos días que deben comer todo lo que hicieron cocinar el día anterior. Y, dado el vacío de vecinos en el barrio (ya te he dicho antes que los vecinos se van porque no pueden pagar los alquileres) Es que no me escuchas, Montse. A ver, yo hablo para las piedras o qué!

Y no es suficiente el gasto diario que tienen para poder mantener una parada en el mercado.  Que además y dado el nivel adquisitivo de muchos bolsillos de los que quedan, son más clientes del supermercado (que ya tenía el dinero hecho antes de inaugurar) que de los puestos del mercado. Me entiendes, verdad?
Una mañana  con el cielo encapotado  y gris, concretamente "gris perla", que para estas cosas una es muy detallista, cosa muy normal en una baldosa con "pedigrí". no te parece?

Pues un equipo de limpieza, después de pasar reiteradas veces por  allí  se fueron hacia uno de los sótanos del mercado en cuestión. Hacía menos de un mes de la inauguración del paradigma vecinal del consumo, también conocido como mercado no municipal. Una escoba curiosa se enganchó con un metal que salía del suelo, como un ajo o un rábano  al que nadie hubiera explicado cómo debe comportarse una planta al ser plantada, sabes Montse?
Recuerda de avisarme si te cansas, que ya sabes que yo....

Pues enseguida el operario avisó a una compañera, la labor de la cual consistía en desprender todo lo que sobresalía del pavimento. Atenta a lo que explico, esto es importante y solo lo sabes tu, bueno y unos cuantos más.
Con un palo armado con una hoja de afeitar, que era su herramienta, hurgó repetidas veces sobre "el enredo" citado, sin ningún resultado. Un supervisor especializado en esta especialización consistía en hacer la vista gorda ante cualquier suciedad que quedara para recoger, y dijo que deberían avisar al encargado. Y así lo hicieron. El encargado dio el visto bueno, y una vez desenterrado resultó ser una diadema romana, ojo al dato! Nada más ni nada menos que una diadema romana.

El encargado de los señores de la limpieza, el arquitecto jefe del Ayuntamiento, el director de asuntos romanos (de la Generalitat de Catalunya), Un jefe del museo de Badalona,…no, el Albiol, no, otro. También  un grupo de profesionales de las diademas romanas y un señor bajito de Badajoz (paseador oficial del mercado), hacían corro alrededor del hallazgo. Todo el mundo convergieron en la idea de cerrar, un perímetro importante, al paso del público en general.

Cuál es tu pregunta, Montse? Que qué perímetro era?  Pues no sé, algo proporcional, hasta la plaza Catalunya o algo más, tu misma…
Y con voz unánime los especialistas en diademas creyeron que el hallazgo era suficientemente importante para cerrar el mercado entero durante un tiempo indefinido.
Los trabajos arqueológicos iban a buen ritmo, eran proporcionales al deterioro de los locales de tapas comidas y bebidas en general, los guiris, con los días perdieron el interés de un mercado que ya no tenia glamur, que era un mercado normal. Algo más que un mercadillo, si, esto…

Y yo ya ves, Montse, esperando otras obras que aunque sean para el disfrute de unos y el bolsillo de otros no dejan de ser dolorosas para mi (dicen que tienen que cambiar todo el pavimento de la acera donde actualmente vivo, aquí mismo) eso sí, he sido testigo de la evolución de mi barrio, y de otros barrios.

https://youtu.be/pBi9qJAw6D0  Barcelona i jo. Joan Manel Serrat


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