MAMÁ QUIERO CONTARTE ALGO
La adolescencia es el tema principal en casi todos los medios de comunicación,
es la gran preocupación y discusión por parte de políticos, iglesias,
instituciones, colegios, educación, pero como he dicho antes se antepone la
discusión, sin embargo necesitamos que ellos cambien, que sean responsables,
consecuentes con sus actuaciones y decisiones, eso si siempre tienen la
perceptiva y el ejemplo de la discusión entre adultos incapaces de tomar
decisiones desde un punto de vista que les oriente, enseñe y les ayude a
madurar sin tensiones. También predomina en casa como no podría ser de otra
forma, este problema, esta incapacidad de asumir que no podemos exigir ni
imponer lo que nosotros mismos no somos capaces de conseguir.
Necesitamos que los adultos nos vean como personas inteligentes, moderadas,
formadas, reflexivas, pacientes, responsables. Todo esto está muy bien pero es
como los grandes cocineros que están hablando de comer bien, sano y son el
ejemplo en imagen, ya sea por sus pliegues, su obesidad, su enorme...lo que
sea, es exactamente lo que estamos haciendo.
Yo estoy en esa edad en que ni soy demasiado joven, ni tampoco demasiado
adulta...en algunos temas me veo reflejada pero en otros ni me acerco, por otro
lado me pongo en el lugar de madre y sobre los últimos acontecimientos
producidos sobre el tema del aborto, la verdad es que espero que no me llegue a
preocupar si mi hija puede abortar o no sin que yo tenga conocimiento de ello o
pueda tomar parte en su decisión, ya que realmente lo que me preocupará es que
si llega a ocurrir y no cuenta conmigo, no echaré la culpa a la ley, la culpa
principalmente de la falta de confianza en mi hija para que cuente con
nosotros, sus padres, será nuestra.
Por lo tanto que pongan leyes, que crezcan de repente con dieciséis o con
dieciocho años, que pueda decidir que estudiar, trabajar o si ser madre o no
serlo y cuando, pero que no deje de respetarme nunca, quererme y sobre todo que
no olvide lo mucho que la quiero y que estaré siempre que lo necesite, SIEMPRE,
SIEMPRE, ese es mi preocupación y por lo que deberíamos de luchar desde dentro
para cuando las cosas estén como estén fuera, nos puedan preocupar lo
suficiente para poder explicarles, ayudarles, pero sobre todo sin discusión,
sin gritos, sin peleas, como últimamente predomina en todos los medios de
comunicación cuando se discute sobre los jóvenes.
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